Por Alejandra Villanueva
La situación en Venezuela ha hecho que sus ciudadanos tengan que dejar sus hogares en busca de algo mejor para sus familias. Joao Diniz trabaja a diario para que los migrantes, sobre todo los más vulnerables, como madres e hijos, encuentren un espacio seguro tras los largos viajes que realizan hasta nuestro país.
Se está exigiendo pasaportes y visas humanitarias a venezolanos.
Comprendemos que los gobiernos toman medidas para disciplinar el flujo migratorio de acuerdo a sus políticas. Nuestra preocupación, y ahí apelamos a la solidaridad, es que eso no genere dificultades, principalmente para los migrantes más vulnerables que son las madres con sus niños y niñas.
¿Su labor se centra en ellos?
Los niños y niñas son el foco de nuestro trabajo. Contamos con tres líneas: respuesta humanitaria, protección infantil e inclusión económica, social y cultural.
¿Cómo es la situación en Tumbes?
Allá encontramos madres que migraron con sus hijos pequeños. Tumbes es la tercera frontera de los que viajan. Hubo un relato que me llamó la atención, sobre un bebe que falleció en los brazos de su madre cuando estaba en la región de Rumichaca.
¿Realizan un trabajo silencioso en el país?
Junto con otras organizaciones, vamos a trabajar dentro de Venezuela. A partir de julio estructuraremos nuestra presencia en el país. Hay un esfuerzo por parte de las organizaciones de cooperación internacional por disminuir el flujo migratorio, además de disponer alimentos, medicinas y elementos básicos de higiene.
¿Los migrantes están expuestos a muchos riesgos?
Cuando llegan tienen mucho trauma emocional. Por eso desarrollamos espacios amigables donde hay actividades educativas, psicológicas y recreativas para que puedan sentirse protegidos.
Además está la discriminación.
No hay que caer en la xenofobia, es mejor ser solidarios. La población local comienza a sentir rechazo hacia el migrante. En años pasados, muchos peruanos viajaron a Venezuela, al igual que los colombianos.
¿Cómo combaten la xenofobia?
Estamos haciendo campañas en lugares fronterizos para que las personas puedan comprender a los venezolanos. Es importante desarrollar acciones contra la xenofobia para que seamos solidarios entre latinoamericanos y en momentos de dificultad podamos apoyarnos.