Las cenizas del Inca Garcilaso en Cusco y en España
Homenaje. En noviembre de 1978, los restos del insigne mestizo retornaron a su tierra natal. Es por eso que parte de sus cenizas descansan en una arqueta en el templo El Triunfo.
Aquella tarde del 25 de noviembre de 1978, el Inca Garcilaso de la Vega Chimpu Ocllo volvió a pisar su tierra natal: el Cusco. Regresó al “Ombligo del mundo” convertido en cenizas después de 418 años de haber partido a la “Madre Patria (España)”, cuando apenas tenía 21 años de edad.
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El rey Juan Carlos I de España entregó al presidente peruano Francisco Morales Bermúdez una arqueta conteniendo una parte de sus cenizas que ahora reposan en la cripta del templo El Triunfo, al costado de la Basílica Catedral, en la Plaza Mayor de la capital del Tahuantinsuyo.
Las cenizas del autor de Los Comentarios Reales reposan en un arca pequeña adornada y hecha con materiales nobles. Se halla en la parte superior central de la cripta de unos 25 metros cuadrados de tamaño de ese mencionado recinto religioso.
Allí descansan parte de los restos del primer mestizo (mitad peruano, mitad español) universal, que según el historiador Luis Alberto Sánchez, “parió América”.
La otra parte de las cenizas yacen en la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba- Montilla donde vivió desde los 21 años hasta el día de su muerte (que incluyó viajes y guerras en defensa del poderío español).
La arqueta en El Triunfo luce solitaria, rodeada por otros 29 espacios vacíos que esperan un inquilino. Está sellada y tiene los escudos de Perú y España tallados en alto relieve.
El retorno en forma de cenizas de Garcilaso fue obra del recordado y respetado monseñor Luis Vallejo Santoni.
El arca que contiene las cenizas de Garcilaso saldrán este sábado 23 de abril con motivo del 400 aniversario de su deceso, en una especie de procesión por el centro de Cusco hasta el Museo Garcilaso.
El último reposo del Inca Garcilaso es parte del Circuito Religioso Arzobispal que es visitado por decenas de turistas.
Se puede visitar todos los días. El ingreso es gratuito para los ciudadanos cusqueños todos los jueves y viernes.
Compra su sepultura
De acuerdo a la bibliografía, en 1612 Garcilaso compró su lugar en la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde, según sus instrucciones, debía de ser enterrado. Falleció cuatro años después, el 23 abril de 1616, a los 77 años. Fue sepultado en ese lugar.
Oposición
En la capilla de España escribieron en su lápida: “el Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Cápac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso Los Comentarios Reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterrose en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio...”.
Cuando se conoció la noticia de que se iba repartir las cenizas del Inca entre Perú y España, diversas voces se opusieron al traslado.
la Junta de Andalucía se opuso al traslado y rechazó participar en el acto simbólico de entrega de los restos del peruano - español universal a las autoridades peruanas.
