Julio Guzmán. Líder del denominado Partido Morado. Ex candidato presidencial. Tiene un doctorado en Gestión Pública por la Universidad de Maryland y una maestría en la Universidad de Georgetown. Es economista por la PUCP. Trabajó una década en el BID. Fue viceministro de Mype e Industrias. ,Julio Guzmán, el candidato al que el JNE le cortó las alas cuando las encuestas lo enrumbaban a la segunda vuelta, recorre el país desde hace medio año recogiendo firmas para formar su propio partido político al que ha llamado el Partido Morado. Esta entrevista, sin embargo, comenzó en un ambiente inusual: a bordo de un bote chalaco lleno de escolares de primaria que lo habían elegido como padrino de su promoción. El regalo a sus ahijados fue una inmersión en la historia del Perú, desde el Real Felipe hasta el mar de Grau. Lástima que ninguno de ellos votará todavía en el 2021. PUEDES VER: Los principales cambios en la Ley de Contrataciones del Estado Ha dicho que Odebrecht es el meteorito que acabará con los dinosaurios de la política. ¿A quiénes se refiere? A los políticos tradicionales que no tienen visión de país y que por no tener visión de país están involucrados en la corrupción. Y Odebretch es la podredumbre de la que todos ya sabíamos durante las últimas décadas, simplemente y, claro, ahora le damos esta etiqueta de formalidad y credibilidad, porque viene de fuera… Si hablamos de dinosaurios, ¿quién sería el Tiranosaurio Rex de esa política? Hay varios tipos de dinosaurios. Los tiranosaurios son los que se comen a otros dinosaurios. Luego tenemos a los velocirraptores, esos a los que les gusta el dinero ajeno. También están aquellos que tienen alas y vuelan permanentemente y no los pueden agarrar (risas). Y la verdad es que una de las razones por las que nos metimos en política es porque nos cansamos de quejarnos y queremos hacer algo al respecto. ¿Pero descalificaría a toda la clase política tradicional? En absoluto. Estamos hablando de una parte de esa política tradicional, que son los ladrones, los que no tienen visión de país, los que se pelean todo el tiempo, los que dan la espalda a los ciudadanos, los que una vez que llegan al poder se olvidan de las cosas que dijeron que harían: esos son los dinosaurios, porque pertenecen a un mundo que ya no existe. Para seguir con la analogía de los dinosaurios, ¿a qué especie pertenecía usted? Nosotros, los morados, y la mayoría de los peruanos somos los mamíferos, aquellos que sobrevivimos al meteorito y ahora vamos a crear un nuevo mundo. Mira, la dictadura de Velasco vino justamente como consecuencia de un gobierno tibio, como el de Belaunde, que generó una crisis. El fujimorismo llegó también por una crisis de corrupción y una crisis económica del gobierno aprista. Y ahora estamos en el riesgo de volver a una dictadura por un gobierno blandengue que no toma decisiones, que no tiene una posición firme contra la corrupción… ¿De verdad piensa que puede venir una dictadura? No, es un ciclo, un ciclo que se está cumpliendo. A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, hoy tenemos la oportunidad de que ese cambio se dé en democracia, desde las clases medias emergentes, que no teníamos en décadas pasadas. Mi mensaje para todas esas clases emergentes es: necesitamos un nuevo partido político que nos represente y que lleve esos cambios. El Partido Morado es eso: la república de las clases emergentes. Hay algo curioso en este gobierno: no hay una cabeza visible de la oposición. ¿Usted aspira a ser esa cabeza visible? No solamente yo, sino el Partido Morado, que es un colectivo. Nosotros vamos a hacer todo lo que sea para evitar que la dictadura llegue nuevamente al país… Cuando hablamos de ser cabeza visible de la oposición, habría que precisar si es al gobierno o al fujimorismo en el Congreso. La oposición, en principio, a un orden de cosas que les da la espalda a los peruanos. No fue fácil para nosotros llamar a la población en segunda vuelta para que votara por el presidente, porque justamente pensábamos que era la única opción democrática. Pero lo que estamos viendo es que no se está defendiendo la democracia como quisiéramos. Acá nos estamos rindiendo ante el abuso, el autoritarismo, la prepotencia. El presidente es elegido para ejercer sus funciones y eso no tiene nada que ver con ser peleón. Algunos han salido a decir: oye, los que piden la cuestión de confianza o que paren al fujimorismo son unos peleones. No, señores, esto es simplemente saber con quién estás lidiando. Por ejemplo, Yoda (personaje de Star Wars), que es súper calmado y sabio, ¿crees que cuando se le aparece Darth Vader le dice “oye, vamos a dialogar” o “vamos a dividirnos media galaxia para ti y media galaxia para mí”? ¡No, saca su espada! ¿El fujimorismo es el Darth Vader de la política peruana? Es el lado oscuro de la fuerza. Cuando tu móvil es el resentimiento, ese es el camino perfecto para el lado oscuro. El resentimiento destruye y te convierte en una persona que quizás nunca quisiste ser. Hay quienes hablan de un cogobierno con el fujimorismo. ¿Usted cree que lo hay? Yo no creo que haya cogobierno. Lo que creo es que hay, primero, una ingenuidad enorme de pensar que el fujimorismo quiere un diálogo y comprometerse a objetivos de reforma pública en el Perú. En segundo lugar, creo que algunas personas que rodean al presidente se sienten muy cómodas con el fujimorismo. Hay la idea de que el partido que está formando sería un partido de tecnócratas, al estilo del partido de PPK... Es una idea o percepción, porque yo vengo de ese mundo, pero es exactamente lo contrario. El día de hoy nuestro partido tiene alrededor de cuatro mil militantes. A la cumbre morada de octubre del año pasado fueron mil representantes del partido y tenemos 250 autoridades designadas a nivel nacional y la inmensa mayoría son miembros de la sociedad que tienen perfiles diversos. En el partido tenemos, sin embargo, un equipo de cincuenta técnicos de primer nivel. Ocho de ellos han sido viceministros. El componente técnico es importante, pero no es lo más importante. Nuestras bases territoriales son lo que manda, sobre todo los jóvenes. Si tuviera que mencionar a alguien de su partido que sea un político, alguien que pueda enfrentar un debate o sustituirlo en algún momento, ¿quién sería? Hay muchas personas que no sólo me pueden sustituir, sino que me van a sustituir, porque la idea del partido es construir liderazgos y formarlos. Pero te puedo dar algún nombre. Por ejemplo, Francisco Sagástegui, una persona intachable y con experiencia en política; o Jesús Tovar, un peruano que ha radicado muchísimos años en México, profesor de Política de universidades mexicanas y de otras partes del mundo; y otros más que estamos formando… ¿Se puede formar a alguien que no tiene ninguna experiencia política cuando usted tampoco tiene mucha? Sí se puede formar. Formar a un político requiere dos aspectos muy importantes: uno, el de los temas académicos vinculados a la ciencia política y la gestión pública, pero hay otro elemento que es el de la persona, el liderazgo, y para eso no requieres de una o dos personas que formen a los militantes, sino de un programa de formación política… ¿Algo así como lo que fue la escuela de líderes del Apra en su momento? No la conozco a profundidad, pero sí te puedo hablar de la nuestra. Nuestro programa comenzó hace dos días y es a nivel nacional, totalmente gratuito para todos los militantes. Nuestra intención es todo el 2017 tratar de cubrir a la mayoría de los militantes morados y esa formación la van a hacer doce personas, porque se requiere un grupo de gente que instruya en distintas áreas. Yo sí creo que los líderes no sólo nacen, sino que también se pueden formar. Ya es casi medio año que comenzaron su recolección de firmas. ¿Cómo va ese proceso? ¿Ya pueden dar cifras? Va muy bien. Lo que te puedo decir sobre las firmas que tenemos ahora es que, si estuviéramos en el anterior marco legal, ya hubiésemos podido inscribir a dos partidos políticos. Saca tu cuenta. ¿Qué tanto gira el Partido Morado en torno a Julio Guzmán? ¿Podría haber alguien que le dispute unas primarias para el 2021, por ejemplo? Por supuesto que sí. La presencia de un líder cuando un partido recién se organiza es fundamental, porque el líder es quien, en un primer momento, atrajo a la cantidad de gente que necesitas para poder ser una estructura orgánica. Pero el líder tiene que tener claro que su importancia inicial no va ser la misma cuando el partido se constituya, pues es la democracia interna la que tiene que determinar. El problema es que muchos líderes, o que se llaman líderes, piensan que, cuando eso ocurra, el mundo tiene que seguir girando en torno a ellos. ¿Qué le enseñó de la política peruana lo que ocurrió con su candidatura en la primera vuelta? Primero, que los niveles de corrupción eran mayores a lo que yo nunca hubiera podido imaginar. Lo segundo es que hay una estructura de poder muy grande que impide que efectivamente haya un cambio importante en el Perú. Cuando nosotros decíamos que el Perú estaba secuestrado, es tal cual: no es un slogan de campaña. Todo: el Poder Judicial, el Congreso, el llamado libre mercado está secuestrado por monopolios y oligopolios. ¿Sigue pensando que su salida del proceso electoral fue parte de una directiva? Como lo menciono en mi libro, nuestra salida fue obviamente por presiones políticas que vinieron de partidos conocidos y también de la presencia de corrupción. Si hubiésemos tenido las pruebas, hubiésemos presentado el caso ante el Ministerio Público. No las tenemos, pero tenemos la certeza. Lo han acusado de victimizarse como estrategia política… En el Perú, claro, tenemos esa costumbre de que cuando le hacen algo a alguien, tiene que quedarse callado. Pero lo importante de los morados es que dijimos lo que dijimos en su momento, pero ahora miramos al futuro. Y el futuro es construir nuestro partido, participar en las elecciones, y representar a la inmensa mayoría de las clases medias emergentes que pide a gritos una opción. ¿Cuál es el filtro que están aplicando para evitar que gente corrupta se infiltre en su nuevo partido? Los filtros ya están siendo aplicados y se aplican con mayor rigor a las autoridades del partido y a las pocas personas que nos están ayudando. Y son filtros de las bases de datos que los peruanos conocen, que son, por ejemplo, de antecedentes judiciales, de antecedentes penales, de todas aquellas personas que no les pasan alimentos a sus hijos, etcétera. Lo que no hemos pasado todavía, y nuestros equipos nos han prometido tenerlo en un mes, son los filtros en toda la militancia. Estamos desarrollando un aplicativo, porque los morados somos también bien tecnológicos, por el que sólo con el DNI se va a saber en cinco minutos quién tiene algún tipo de antecedentes. Usted ha dicho que el congreso fujimorista no debe investigar el caso Odebrecht. El fujimorismo investigando a Odebrecht es como si Pablo Escobar investigara a Vaticano. Los involucrados en el lava jato son la Copa Perú de la corrupción. ¡El fujimorismo ha ganado la copa mundial de la corrupción! No tienen ninguna autoridad moral. Todos los peruanos tenemos que estar alertas de que el fujimorismo va a manipular la información y su estrategia va a ser decir: sí, nosotros fuimos corruptos, pero, ¿saben qué?, todo el mundo también es corrupto, así que no somos tan malos después de todo.