Adiós, 2023, por Rosa María Palacios

“El Congreso es un desastre en materia legislativa. Un verdadero Atila en cuanto a destrucción se refiere. Desde la Sunedu hasta las PASO”.

Este pobre año que se va no nos deja buenas noticias. Fue esperado con ilusión. Hace un año muchos creíamos que un adelanto de elecciones podría traer paz social y un retorno de la confianza indispensable para la inversión. La esperanza del cambio no siempre da los resultados esperados, pero su antítesis, el inmovilismo solo conduce a la decadencia. El Gobierno y el Congreso decidieron jugar a la pega inmóvil y el resultado no pudo ser peor en todos los frentes.

La economía entró oficialmente en recesión en el 2023. Un titular doloroso luego de dos décadas de crecimiento. Miles de peruanos regresarán a la pobreza de la que les costó salir tal vez sin entender qué es lo que están pagando. Los servicios públicos básicos que toda democracia brinda: seguridad, justicia, salud y educación, no solo no han mejorado. Hay retrocesos alarmantes. En educación, la destrucción de la reforma universitaria y la cancelación de la meritocracia en el magisterio. En salud, una epidemia de dengue, sin precedentes, que llegó a 200.000 casos por un pésimo manejo del vector. No cabe hacer la lista en justicia y seguridad porque ya lo saben bien. Sus desgracias son los titulares del día a día.

En materia de los derechos fundamentales, a los que cualquier ciudadano puede y debes aspirar, las cosas no han ido mejor. ¿Derecho a la vida? 49 personas asesinadas por proyectil de arma de fuego de la Policía Nacional o del Ejército por protestar (muchos ni siquiera lo hacían) contra el Gobierno. La impunidad ha sido la constante hasta hoy.

¿Estado de derecho? Esta columna ha dedicado muchas líneas a explicar cómo se ha perdido una y otra vez la separación de poderes en el Perú, al punto que la misma figura presidencial esta desdibujada. En términos prácticos, la presidencia la ejerce Alberto Otárola. Dina Boluarte llegó al poder como vicepresidenta de Pedro Castillo. Sus atributos y capacidad de gestión son ligeramente mayores, pero no mucho más. El Congreso es un desastre en materia legislativa. Un verdadero Atila en cuanto a destrucción se refiere. Desde la Sunedu hasta las PASO, desde modificar la Constitución por ley hasta desconocer contratos. Pero donde está su peor demérito es en la absoluta desconexión con la realidad. 100.000 dólares al año en ingresos los idiotiza. La gran mayoría jamás volverá a ganar esa cantidad cuando dejen el poder y se aferran a este con hambre de náufrago.

¿Libertad de expresión? No practico el periodismo de periodistas, pero en el balance del año es indispensable decir algunas cosas. La forma en que la gente adquiere sus noticias está en una profunda transformación desde hace dos décadas. Eventos extraordinarios como la pandemia o la popularización del uso de inteligencia artificial han acelerado los cambios. Esto tiene una mala y una buena noticias. La mala es que el mundo se ha convertido en el paraíso de las noticias falsas, de los psicosociales y de las granjas de troles. Esto es un escándalo en el Perú porque son herramientas que se usan desde el poder. Oficinas parlamentarias dedicadas al desprestigio ajeno han sido noticia este año. Peor aún, en alianza con medios cuasi marginales.

¿Y la buena noticia? Que tanta basura esparcida le está enseñando a la población a discriminar. Es verdad que la credibilidad la pierden algunos y la pagamos muchos. Por eso deberíamos cuidarla, entre todos, mucho más. Pero a estas alturas, la gran mayoría de nuestra audiencia no es imbécil y ya no es tan fácil de engañar. Montar operaciones de seguimiento a César Romero y Juan Carlos Tafur o armarle el enésimo psicosocial a Gustavo Gorriti deja en claro quién es quién en el periodismo y los ataques que nos dispensa el poder.

Cerremos el año con esta certeza. Vamos al 2024 con el ánimo de seguir dando la batalla porque será dura y larga, pero recuperaremos la economía, los servicios públicos, los derechos fundamentales y la forma democrática de Gobierno. Esa esperanza es la promesa de la vida peruana que pese a todo (y es mucho) no vamos a perder. Desde esta esquina seguiremos haciendo periodismo para defender esos valores. Con toda fe, un feliz año para mis lectores. Espero que realmente lo sea.

larepublica.pe
Rosa María Palacios

Contracandela

Nació en Lima el 29 de Agosto de 1963. Obtuvo su título de Abogada en laPUCP. Es Master en Jurisprudencia Comparada por laUniversidad de Texasen Austin. También ha seguido cursos en la Facultad de Humanidades, Lengua y Literatura de laPUCP. Einsenhower Fellowship y Premio Jerusalem en el 2001. Trabajó como abogada de 1990 a 1999 realizando su especialización en políticas públicas y reforma del Estado siendo consultora delBIDy delGrupo Apoyoentre otros encargos. Desde 1999 se dedica al periodismo. Ha trabajado enradio, canales de cable, ytelevisiónde señal abierta en diversos programas de corte político. Ha sido columnista semanal en varios diarios.