El gran problema de Estados Unidos es la inflación, señala experto sobre la desaceleración económica
El país norteamericano registró una desaceleración económica más de lo esperado en el primer trimestre del año. No obstante, la inflación continúa siendo un obstáculo para los ciudadanos.
La economía de Estados Unidos es una de las más desarrolladas del mundo, contando con un mercado laboral dinámico y una alta productividad. Asimismo, es una de las economías más sólidas y un destino atractivo para los inversores extranjeros. Sin embargo, un reciente reporte señala que existe una deceleración económica que ha sorprendido a los expertos. Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional incrementó su previsión de crecimiento del país norteamericano para 2024 al 2,7% desde el 2,1% esperado en el mes de enero.
La República se contactó con Finn Deininger, economista de la universidad DHBW Heidenheim de Alemania y que viene realizando una maestría en Ciencias Económicas en la Universidad de Steinbeis. Además, cuenta con experiencia en comercio internacional y ha trabajado en la multinacional Audi. Actualmente, viene desempeñándose como analista para la Stadtwerke Schwäbisch Hall, compañía que colabora con el gobierno alemán.
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La inflación, el gran problema de Estados Unidos
—¿Por qué la economía de Estados Unidos se desaceleró?
—La desaceleración económica de un país obedece a distintos factores. La inflación viene generando una situación inusual en la economía, pero la Reserva Federal (Fed) tiene como prioridad mejorar las tasas de interés. Un aumento en la inflación lleva a precios más altos para consumidores y empresas, lo que debilita el poder adquisitivo y frena el comportamiento de consumo.
Personalmente, esta situación no es para alarmarse porque se está sobre interpretando. Estados Unidos generó 300.000 nuevos empleos en el último mes de marzo, según el Departamento del Trabajo.
El PBI de Estados Unidos en los últimos años. Foto: Caixabank
—¿Qué impacto tiene la desaceleración económica en un país como Estados Unidos?
—Esta desaceleración es momentánea. Estados Unidos es de las mejores economías del mundo, y lo que ocurre es muy probable que cambie en el próximo trimestre por su alta volatilidad. Las proyecciones para este año son favorables en términos del PIB. Cuando hay desaceleración económica, aumenta las posibilidades que eso pase a ser una recesión.
Sin embargo, el panorama para Estados Unidos es diferente. Las medidas que se suelen adoptar por parte de algunos gobiernos son contrarrestar con medidas fiscales como el gasto público o reduciendo impuestos.
—¿Cuál sería el escenario para EE. UU. si la desaceleración se prolonga?
—Es un escenario que sería atípico. La desaceleración es temporal, tampoco quiere decir que la situación económica no sea favorable. Sin embargo, hablando —hipotéticamente— se podría desencadenar lo que se conoce como espiral de salarios y precios, que es aplicado para combatir la inflación y aumentar el poder adquisitivo, obligando a las empresas incrementar sus costos de producción. Sin embargo, esto se traslada al consumidor, que tendría precios más altos y contribuiría más a la inflación.
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—¿Existe una relación entre la inflación de Estados Unidos y la desaceleración económica?
—Las altas tasas de inflación podrían llevar a una desaceleración económica porque reducen el poder adquisitivo de los consumidores. Por lo normal, provoca que los precios de bienes y servicios aumenten.
Los consumidores comprarán cada vez menos, lo que implica una disminución en la demanda general. Las empresas reducirán su producción, lo que se traduce en la disminución de los puestos de trabajo y, por lo tanto, en una reducción adicional del poder adquisitivo.
Estados Unidos es una de las mejores economías del mundo. Foto: DD
—¿Cuál es la proyección económica de Estados Unidos para el próximo año?
—Estados Unidos enfrentará desafíos como oportunidades en el próximo año. Las proyecciones indican que el crecimiento económico podría desacelerarse, pero se estima que será positivo. El mercado laboral en EE. UU. podría comenzar a mostrar signos de 'normalización', con un ligero aumento en la tasa de desempleo, aunque aún se mantendría baja en términos históricos.
