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Sociedad

Trujillo: Los contrastes de vida y fe en el recorrido del papa Francisco

Júbilo en el norte. Fieles tuvieron distintas emociones y experiencias al ver al líder de la Iglesia Católica. Papa saludó a damnificados de Buenos Aires. Los recordó en su homilía.

Trujillo: Los contrastes de vida y fe en el recorrido del papa Francisco
Trujillo: Los contrastes de vida y fe en el recorrido del papa Francisco

“Ha sido una de las mejores y más grandes experiencias espirituales que he podido tener en mi vida”, dice Jesús López, de 78 años, que llegó desde Sullana, Piura. El sol le agobia, pero debe seguir caminando. No hay transporte disponible para salir de Huanchaco, donde el Papa celebró ayer una misa masiva.

“Quise venir porque es un hecho importante, un evento histórico. El Papa tuvo buena pinta, dio mensajes que pueden cambiarte la vida, pero yo sigo siendo agnóstico”, comenta entre risas Erick Jamaca, de 17 años, residente del distrito de La Esperanza, en Trujillo.

“Ha sido bastante emocionante. Literalmente, he visto al Papa pasar por mi lado. Es una persona que me inspira mucho, un líder que sabe cómo dirigir la Iglesia. Creo que está inspirando a muchas personas, creyentes y no creyentes”, asegura Fátima Evangelista, de 19 años, voluntaria en la Guardia Juvenil Papal.

“La verdad, yo esperaba que hable con más alegría, que haga más bromas, que dé un mensaje que me genere un cambio... ha sido un poco aburrido”, comenta Elizabeth, quien deseaba un discurso más ameno, como el que brindó el Papa por la tarde en el Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo.

Como estos testimonios, la visita de Francisco a Trujillo estuvo marcada por contrastes. La forma en que cada persona vivió la emoción de ver al Papa se manifestó de modos distintos, algunos alegres y otros menos entusiastas.

Ana María Chávez, de 51 años, peregrinó hasta la explanada de Huanchaco la noche del jueves. Aunque vio a las imágenes sagradas llegar en caravana, ella asegura que decidió acampar en la playa solo para ubicarse en un buen lugar y ver de cerca al líder de la Iglesia Católica. “El Papa habló de las mujeres que están preparadas. Yo quiero estar preparada para lo que venga”, comenta.

Distinta ha sido la experiencia de Rodolfo Dávila, de 78 años, devoto del Divino Niño del Milagro de Eten, quien llegó para agradecer los favores de la imagen que no lo abandona. “Yo siempre lo invoco y siempre salgo bien parado”, asegura este pescador de Chiclayo que ha superado una enfermedad.

La propia homilía de Francisco representa un modo distinto de vivir la fe. El tono solemne de la ceremonia en la playa, encasillada en los protocolos de un ritual eventual, nada tuvo que ver con la fiesta popular de color, baile y música que desde el 15 de enero se vivió en la Catedral de Trujillo.

De hecho, al terminar la misa del Papa, varias personas se acercaron a las imágenes de su devoción para rendirles homenajes o bendecir prendas y toda clase de artículos. Querían seguir la fiesta.

La vigilia en la playa

En la víspera de la misa, las advocaciones marianas y los santos más importantes del norte peruano marcharon hacia Huanchaco acompañados de grupos de danzas “negritos” y orquestas. A la cabeza de la peregrinación estuvo la Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco, patrona de la Arquidiócesis de Trujillo, que fue coronada como “madre de la misericordia y la esperanza”.

El paso por una parte del camino se complicó debido al tráfico generado por las obras de último minuto. En algunas avenidas por donde iba a circular el Papa se eliminaron rompemuelles y las pistas tuvieron que ser “parchadas” contra el reloj.

Aunque partieron de la Catedral a las 3:00 p.m., las imágenes llegaron a la explanada recién a las 9:00 p.m. aproximadamente. Los cientos de fieles que peregrinaron a su lado soportaron la lluvia de regular intensidad que, además, mojó la arena sobre la que pasaron la velada.

Algunos de ellos discutían enérgicos por “parcelar” un espacio que les permitiera ver de cerca al papa Francisco, pero parecían olvidar aquella frase que él mismo dejó en 2016 cuando visitó México: “No seas egoísta”, le gritó entonces a un feligrés que lo jaloneaba del brazo para captar su atención.

Otros reclamaban por el “maltrato” de algunas imágenes, que fueron colocadas muy lejos del estrado principal y sin las medidas de seguridad que sus fieles esperaban. Algunos de los vehículos que las llevaron hasta la playa incluso quedaron atrapados en la arena por momentos.

No faltaron quienes denunciaron robos, dejaron basura en la playa y otras actitudes contrarias a los mensajes que trajo el Sumo Pontífice.

Visita a los olvidados

A velocidad media, con una sonrisa en el rostro y sintiendo todo el calor del norte peruano, así fue el breve paso que tuvo Francisco por Buenos Aires, balneario de Trujillo.

Este barrio, uno de los más afectados por el fenómeno de El Niño costero en el 2017, lo esperó durante varias horas. Aunque las personas lo recibieron con mucha algarabía, tuvieron que conformarse con verlo solo unos cuantos minutos.

Para Rocío Pinillos de Márquez, sin embargo, los segundos que tuvo al frente al Sumo Pontífice fueron suficientes. Con evidente emoción en el rostro, le gritó en agradecimiento por su presencia en la avenida Víctor Larco.

Los mantos de flores, globos amarillos y cánticos deleitaron a los miles de fieles que se apostaron a los costados de la vía. De allí observaron mientras el Sumo Pontífice los saludaba a bordo del papamóvil.

Su llegada, como el resto de su viaje, se produjo antes de lo previsto, pues hizo su ingreso a la municipalidad de Víctor Larco por la calle Pedro Herrera, media hora antes de lo programado, cerca de las 11:45 de la mañana. A bordo de su vehículo, dio una vuelta a la pequeña Plaza de Armas y luego salió a la vía principal.

Allí, más fieles lo esperaron y le agradecieron su presencia (aunque corta) pues consideran que sirvió para que, por fin, se recuperen calles afectadas por El Niño costero hace ya más de un año.

“Gracias al Santo Padre es que tenemos esta pista (avenida Víctor Larco) que ha sido inaugurada hoy y esperamos que esto siga porque hemos estado muy abandonados”, reclama Irma Silva, vecina de Buenos Aires, una de las damnificadas de El Niño.

Piden acelerar obras

Al igual que otros vecinos, Rocío Pinillos de Márquez, que vive en el mismo sector, también hizo un llamado para que la reconstrucción deje de avanzar a “paso lento”.

Como pidió el mismo papa Francisco en su homilía: “A ustedes les tocó enfrentar el duro golpe de El Niño costero, cuyas consecuencias dolorosas todavía están presentes en tantas familias, especialmente aquellas que todavía no pudieron reconstruir sus hogares”, sostuvo en la misa como un mensaje que debe resonar fuerte en los oídos de las autoridades regionales y nacionales.

Detuvo a su comitiva para dar bendición a invidente de 99 años

- Al salir del Colegio Seminario, el Papa tuvo uno de esos gestos tan característicos de su pontificado. Francisco rompió el protocolo al ordenar detener su papamóvil para acercarse a una ancianita invidente que lo esperaba con un cartel en medio de la multitud. En el mencionado letrero se leía: “Me llamo Trinidad, cumplo 99 años. No veo. Quiero tocar tu manito”.

- Francisco tocó la frente de la señora y la bendijo. En varias ocasiones durante sus viajes, el Pontífice no ha dudado en bajarse del papamóvil después de ver a personas que le pedían una bendición. Es conocido el amor que siente el papa Francisco por las personas de la tercera edad. En más de una ocasión ha pedido a la sociedad valorar a los ancianos.

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