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Política

Aparece falsos aportantes y se tumban defensa de Keiko Fujimori

La ruta de Odebrecht. El empresario Henry Dávila Sifuentes fue convocado por Jorge Yoshiyama Sasaki en el local de la excandidata presidencial en San Borja, pero nunca llegó. Luego Dávila apareció como aportante de cerca de 100 mil soles que jamás entregó. El origen del dinero sería los fondos que aportó la constructora brasileña.

Por: Angel Paez

Después de que lo interrogaron por 38 personas y que respondió que no las conocía, finalmente le mencionaron el nombre y los apellidos de quien sospechaba lo había involucrado en el caso por el que estaba sentado frente a la fiscal Iris Falla Segura:

“¿En qué circunstancias conoció a Jorge Yoshiyama Sasaki”, preguntó Falla al empresario Henry Dávila Sifuentes, de 52 años. Luego de haber escuchado las noticias sobre los aportantes falsos a las campañas presidenciales de Keiko Fujimori para encubrir el dinero que entregó la constructora brasileña Odebrecht, Dávila recordó, lejanamente, lo que probablemente sucedió. Jorge Yoshiyama le resultaba conocido. Jorge Yoshiyama es el sobrino de Jaime Yoshiyama Tanaka, el exministro de Alberto de Fujimori que manejó la campaña de Keiko Fujimori. Jorge Yoshiyama ya confesó a la Fiscalía que su tío le dio 800 mil dólares en efectivo para financiar la postulación de Keiko Fujimori, dinero que introdujo a las cuentas del partido fujimorista mediante falsos aportantes. Los 800 mil dólares se acercan al millón de dólares que el exsuperintendente de Odebrecht Jorge Barata afirmó que la empresa entregó a Jaime Yoshiyama.

Entonces, Henry Dávila Sifuentes relató a la fiscal del Equipo Especial Lava Jato lo que recordaba:

“Me lo presentaron en un evento hace nueve o diez años. Yo asistía mucho a eventos empresariales. No recuerdo si me lo presentaron o solo empezamos a conversar. Pero lo he visto en una o dos oportunidades, incluida la vez que lo conocí. No tengo ningún grado de amistad y tampoco contacto con él”, detalló Dávila.

Conforme seguía su curso el interrogatorio, Dávila cada vez recordaba un poco más. Luego que lo interrogó por otras 29 personas más –la fiscal Iris Falla es muy minuciosa, persistente, reiterativa–, finalmente la autoridad le hizo la pregunta del millón:

“¿Hizo usted alguna aportación en efectivo o en especies a favor del partido Fuerza Popular, conocido antes como Fuerza 2011?”, indicó Falla.

Entonces, el empresario Henry Dávila Sifuentes relató lo que la defensa de Keiko Fujimori y de la cúpula del partido fujimorista niega: el financiamiento de las campañas presidenciales mediante aportes simulados efectuados por personas que jamás entregaron un centavo, un mecanismo para encubrir el origen ilícito de los fondos.

“Yo no he realizado ninguna aportación, ni en efectivo ni en especie”, contestó Henry Dávila, y entonces confesó: “Es el señor Jorge Yoshiyama quien hizo un aporte a mi nombre. No recuerdo si fue en la primera o segunda ocasión en que conversé con dicho señor. Me manifestó que tenía un interés en aportar a la campaña de la señora keiko Fujimori. Esto fue en la campaña del 2011. Entonces yo le manifesté que sí estaba interesado, porque en ese entonces yo compartía la visión que dicha señora podía hacer un mejor gobierno que cualquiera de los que estaban postulando. En esa ocasión yo acepté hacer un aporte significativo, a lo que él (Jorge Yoshiyama) me pidió mi número telefónico y me dijo que coordinaríamos dicho aporte en su momento”.

En el cuartel general

Lo que en un principio fue una intención de buena fe de aportar a la campaña de Keiko Fujimori, por boca de la fiscal Iris Falla, el empresario Henry Dávila se enteraría de que Jorge Yoshiyama Sasaki lo había embaucado. Se aprovechó de su confianza. Lo convirtió en un falso aportante. Jorge Yoshiyama ha confesado ante el Equipo Especial que la estrategia la había diseñado su tío Jaime Yoshiyama Tanaka, en coordinación con Keiko Fujimori, y cuya finalidad era ocultar los fondos ilegales otorgados por Odebrecht. La defensa de la excandidata presidencial y del exjefe de su campaña rechaza la hipótesis planteada por la Fiscalía. Pero lo que dijo Henry Dávila deja al descubierto el mecanismo para declarar falsos aportes lícitos:

“Eso fue más o menos entre diciembre del 2010 y enero del 2011 y a los tres meses me llamó por teléfono Jorge Yoshiyama a fin de ejecutar ese aporte, a lo que me pidió que asistiera a una oficina o casa ubicada en una urbanización que está al frente del Jockey Plaza, al otro lado de Javier Prado. Creo que es Neptuno, pero no recuerdo el número. Creo que era el local que tenía Fuerza 2011”, dijo Henry Dávila. Efectivamente, se trataba del local donde en esa época despachaba Keiko Fujimori, en la calle Mar del Sur 186, Urbanización Neptuno, en el distrito de Surco, coincidiendo con la versión de otros cinco colaboradores eficaces sobre reuniones en dicho establecimiento político.

“Cuando llegué (al local) me hizo pasar y me atendió una señorita y me dijo que esperara en una salita pequeña. A los minutos me llamó Jorge Yoshiyama otra vez y textualmente me dijo: ‘Henry, presta atención a lo que te voy a decir: necesito que me firmes un comprobante por un aporte que yo ya hice con mi dinero, pero a tu nombre. Por una cuestión de tiempo he tenido que hacerlo así. No te preocupes que es mi dinero. Luego, en los próximos días, te voy a llamar para arreglar este tema y ver cómo reembolsas o me devuelves’. Entonces procedí a firmar el recibo o comprobante y me retiré. No me volvió a llamar y yo tampoco lo llamé”, relató Henry Dávila.

Para la Fiscalía, el dinero sería parte de lo que Jaime Yoshiyama le dio a Jorge Yoshiyama.

Pero aquí la historia no termina, sino por el contrario, resulta mucho más reveladora.

La firma fantasma

La fiscal Iris Falla preguntó al empresario:

“¿Cuál fue el monto del aporte que usted firmó en el comprobante? ¿Usted firmó el comprobante? Si usted no lo hizo, ¿quién fue?”, le dijo.

“El monto que figuraba era de 34 mil soles. El recibo ya tenía llenado mi nombre, DNI y el importe. Yo solo lo firmé. No sé quién lo llenó. (...) Ya estaba lleno cuando me alcanzó la misma señorita que me abrió la puerta y me dijo que espere”, precisó Dávila.

“¿El presunto aporte era a favor de Fuerza Popular, antes Fuerza 2011?”, le pidió la fiscal que precisara.

“Recuerdo que era un recibo con el logo de K, Fuerza 2011”, respondió.

El empresario desconocía la sorpresa que le tenía reservada la fiscal Iris Falla del Equipo Especial Lava Jato:

“En este momento se le pone a la vista la impresión de los registros de la ONPE con aportes en efectivo a Fuerza Popular (antes Fuerza 2011), por 21 mil 918 soles, 25 mil 290 soles, 25 mil 290 soles, otra vez 25 mil 290 soles, haciendo un total de 97 mil 788 soles. ¿Reconoce como suyos los datos que aparecen en dichos aportes?”, señaló la fiscal Falla al empresario Henry Dávila que quedó helado.

“Sí, son datos que corresponde a mi nombre y DNI, pero yo no he realizado dichos aportes. Conforme lo he explicado, solo fui una vez (al local de Fuerza 2011). Yo no he efectuado los aportes que figuran en la ONPE”, contestó un anonadado Henry Dávila. Jorge Yoshiyama había usado varias veces su identidad para hacer fraudulentas donaciones de dinero a la campaña de Keiko Fujimori con dinero de origen ilícito, de acuerdo con la Fiscalía. Y el origen del dinero sería el que entregó Odebrecht a Jaime Yoshiyama.

Fórmula reiterada

Mientras que el fujimorismo insiste en que no existió lavado de dinero en el financiamiento de la campaña de Keiko Fujimori mediante fondos de origen sospechoso –niega el dinero de la constructora brasileña–, aparecen más personas que confirman que Jorge Yoshiyama Sasaki, brazo derecho del exjefe de la campaña presidencial Jaime Yoshiyama Sasaki usó sus nombres para efectuar depósitos no autorizados a la candidatura de la hija del expresidente Alberto Fujimori. En el caso de Henry Dávila, al menos lo contactó el mismo Jorge Yoshiyama, pero al empresario Martín Muñoz Román nadie se lo preguntó. Simplemente lo suplantaron para donar dinero a la campaña fujimorista, esta vez a la del 2016, con la misma modalidad.

La fiscal le preguntó si había aportado 24 mil 780 soles.

“Sí, son mis datos y mi DNI, pero no reconozco haber efectuado ningún aporte, ni en efectivo ni en especie a favor de ningún partido político”, contestó.

“¿Algún militante de Fuerza 2011 o Fuerza Popular le solicitó su firma?”, preguntó la fiscal.

“No”, dijo.

En recientes declaraciones a Canal N, la defensora de Keiko Fujimori, Giulliana Loza, alegó que no había evidencia de lavado de dinero, lo que supone que no existieron falsas aportantes. También cuestionó la delación de Jorge Barata sobre la entrega de 1 millón de dólares de odebrecht a la campaña presidencial del 2011, que sería la principal fuente de donación ilegal. Por el contrario, las declaraciones de los empresarios Henry Dávila y Martín Muñoz corroboran la hipótesis de los fiscales del Equipo Especial de que sí hubo financiamiento ilícito y que la constructora brasileña fue al menos una de las fuentes.

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